domingo, 4 de diciembre de 2011

El Ritual Sagrado

   Colocar la equipación se ha convertido en un ritual sagrado. Casco, guantes... El ritual que prepara mi cuerpo y mi mente. Ahora se que estoy listo, preparado para unirme a ella.
   
   Me desea, tanto como yo la deseo. Unidos y con el asfalto bajo nosotros dejamos el anodino mundo de la gente corriente. Ahora rodamos. No es solo movernos por la carretera. Es diferente, es disfrutar, es la certeza de poder llegar a cualquier sitio, no tienes límites, no necesitas nada, solo rodar.
   
   La carretera antaño enemiga, arisca, peligrosa y traicionera. Cuando estoy con ella se mueve conmigo, me ayuda, sabe lo que quiero y me lo presta. Se mueve a nuestro ritmo, baila bajo nosotros acompañando el dulce y armónico sonido de nuestro motor. El motor que impulsa este viaje de ensueño. Donde nadie puede alcanzarnos.

   No quiero que acabe, quiero seguir para siempre. Pero despertaré de este sueño cuando pare el motor. Terminará el sonido que mantiene encendida la ilusión. Volveré al mundo de la gente corriente. Pero mañana, comenzará un nuevo ritual.

martes, 22 de marzo de 2011

Oda al Mentiroso

¿Cómo puedes hacerlo?

¿Cómo? Tú que cuentas historias inventadas. Tú, que no respetas tu propio ser. Tú, que prefieres escudarte tras mentiras a afrontar la realidad. 
¿Cómo puedes tú? Que creas falacias ante los demás para recibir un afecto ficticio, un afecto que sabes irreal. El afecto con el que te contentas, consecuencia de tus mentiras ruines y cobardes. ¿Cómo puedes tú? Que vives una falsa realidad creada por ti. ¿Cómo puedes ignorar a tu conciencia? ¿Cómo has logrado acallar su desesperado grito de auxilio? ¿Cómo puedes tú? Ente carroñero de virtud, despreciable hiena de la realidad que tanto amo. ¿Cómo puedes, dormir cada noche?

Javi Rey

lunes, 21 de marzo de 2011

¿Qué me saca de mis casillas? - 2ª Entrega

La Sociedad de la Desinformación

Me saca de mis casillas, o dicho de una manera más a la española, me toca las pelotas. Que la gente no se dé cuenta de que hace tiempo pasamos de la sociedad de la información, a la sociedad de la desinformación.

Hoy en día, cualquier tipejo descerebrado cree que tiene toda la información del mundo sin menearse del sofá de su salón. Televisión, radio, prensa y como no, internet. Gracias a esto cree que la información del mundo está a su total disposición. Y defenderá a ultranza que los móviles provocan explosiones en las gasolineras, porque él, lo leyó en un foro, incluso puede que viera un vídeo en Youtube. Hasta el gobierno tragó con ese bulo que corrió por la red y es absolutamente falso, claro, que esto es solo mi opinión. Y opiniones es lo que tenemos en la información de hoy en día, sea el medio que sea. Opiniones acertadas, o no, ya sea del periodista más reconocido del mundo al adolescente que acaba de abrir un blog, que mezcladas estas con falacias interesadas de algunas partes para crear situaciones favorables para ellas, provocan que el tipejo del sofá solo reciba información sin contrastar, subjetiva y que no tiene por que ajustarse en absoluto a la realidad.

Todos recordamos cierta guerra que se inició porque se “sabía” que un país tenía armas de destrucción masiva. Todos “sabemos” que no se encontraron esas armas. Y todos “sabemos” ahora que hubo un informador que tenía intereses en que se diera esa guerra y mintió al respecto de las armas. El tipejo del sofá, confiado de estar en su sociedad de la información defenderá alguna de las tantas posturas que haya visto, leído u oído al respecto hasta la muerte, por que él lo sabe todo con unos clics. Pero lo único cierto es que es tan víctima de la actual sociedad de la desinformación como lo es el resto del planeta.

No sabemos nada. Somos borregos que siguen un pastor perdido al que cada lugareño al que pregunta le señala una dirección distinta y alguno incluso le indica mal solo por divertirse. Pero como buenos borregos seguimos a nuestro pastor allá donde vaya. Sin preocuparnos de si nos lleva a los verdes pastos, o al matadero. Lo sé, porque un tipo lo puso en su blog.

Y esto es lo que me saca de mis casillas.

¿Qué me saca de mis casillas? - 1ª Entrega

Los humanitarios del clic

Me saca de mis casillas, o dicho de una manera más a la española, me toca las pelotas. La gente que utiliza las redes sociales para limpiar su conciencia con apoyos inútiles a causas que suponen justas. Llevo el Wonderbra lila y por eso soy una persona fantástica y maravillosa que lucha contra el cáncer y si todos fueran como yo, seguro que erradicábamos todas las enfermedades y el mundo sería una utopía de paz y felicidad.

Se dedican a poner “El 90% de la gente no copiará pegará esto en su muro ¿serás tú del 10 %?” o lo que es lo mismo. Yo soy una persona súper guay, progre, que me esfuerzo por mejorar el mundo el minuto que pierdo en Facebook para poner un mensaje en el muro que me hace mejor que las personas que no se preocupan por una labor tan importante como unirse al grupo “No a los japoneses que matan a las ballenas!!!”. Los que no lo hagan no pueden tener su conciencia limpia. Pero como yo no soy capaz de asumir que vivo en un país occidental, del primer mundo, en el que mi día a día provoca toda clase de injusticias sociales y medioambientales y además, me gusta esta vida que llevo consciente de las penurias que sufren otros para que yo mantenga mi casa, mi coche, mi ropa, mis cervecitas al solecito de la terraza y mi Wonderbra lila fabuloso de la muerte. Pues uso el Facebook, Tuenti y demás redes donde los demás vean lo que me preocupo por los más necesitados, sean animales o vegetales, como el Cillit Bang de mi conciencia.

Un copia y pega en el muro me deja tan a gusto conmigo mismo como rezar la penitencia que le impone el cura a sus feligreses. Sabedor incluso de que ni un grupo con seis mil millones de fans conseguirá parar la investigación con animales, de la que sale mi crema L’Oréal Men Expert que me quita las ojeras. No conseguirá arreglar Haití, el país de ¡al lado! De donde voy estas vacaciones “todo incluido” a estar tirado al sol todo el día con mi mojito y el dominicano pendiente de mí para traer otro en cuanto se me acabe, antes de volver a su chabola cuando acabe en el hotel “No me preocupo Resort”. Y por supuesto, por muchos sujetadores lilas que me ponga, el grupo de Facebook no curará el cáncer. Como la penitencia del feligrés no lo librará de las llamas… De la incineradora.

Y esto es lo que me saca de mis casillas.

Comienzo Como Bloguero

Le doy la bienvenida a todo aquel descarriado que haya terminado en este blog.
Comienzo mi andadura como "bloguero" para tener un espacio donde compartir mis disertaciones, tontunas e idas de pelota varias.

                                           Espero que lo disfrutéis.
                                                    
                                                         Javi.