lunes, 21 de marzo de 2011

¿Qué me saca de mis casillas? - 2ª Entrega

La Sociedad de la Desinformación

Me saca de mis casillas, o dicho de una manera más a la española, me toca las pelotas. Que la gente no se dé cuenta de que hace tiempo pasamos de la sociedad de la información, a la sociedad de la desinformación.

Hoy en día, cualquier tipejo descerebrado cree que tiene toda la información del mundo sin menearse del sofá de su salón. Televisión, radio, prensa y como no, internet. Gracias a esto cree que la información del mundo está a su total disposición. Y defenderá a ultranza que los móviles provocan explosiones en las gasolineras, porque él, lo leyó en un foro, incluso puede que viera un vídeo en Youtube. Hasta el gobierno tragó con ese bulo que corrió por la red y es absolutamente falso, claro, que esto es solo mi opinión. Y opiniones es lo que tenemos en la información de hoy en día, sea el medio que sea. Opiniones acertadas, o no, ya sea del periodista más reconocido del mundo al adolescente que acaba de abrir un blog, que mezcladas estas con falacias interesadas de algunas partes para crear situaciones favorables para ellas, provocan que el tipejo del sofá solo reciba información sin contrastar, subjetiva y que no tiene por que ajustarse en absoluto a la realidad.

Todos recordamos cierta guerra que se inició porque se “sabía” que un país tenía armas de destrucción masiva. Todos “sabemos” que no se encontraron esas armas. Y todos “sabemos” ahora que hubo un informador que tenía intereses en que se diera esa guerra y mintió al respecto de las armas. El tipejo del sofá, confiado de estar en su sociedad de la información defenderá alguna de las tantas posturas que haya visto, leído u oído al respecto hasta la muerte, por que él lo sabe todo con unos clics. Pero lo único cierto es que es tan víctima de la actual sociedad de la desinformación como lo es el resto del planeta.

No sabemos nada. Somos borregos que siguen un pastor perdido al que cada lugareño al que pregunta le señala una dirección distinta y alguno incluso le indica mal solo por divertirse. Pero como buenos borregos seguimos a nuestro pastor allá donde vaya. Sin preocuparnos de si nos lleva a los verdes pastos, o al matadero. Lo sé, porque un tipo lo puso en su blog.

Y esto es lo que me saca de mis casillas.

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